Madre Cibeles. Magna Mater. Tu que eres dueña y señora de las llaves de la riqueza, de las llaves de los portales del espacio y el tiempo, permite que se abran a mi, para obtener fama, fortuna y el amor de ese hombre que me merece y al que merezco. Que no me hará cambiar nada de lo que soy de un modo negativo. Que impulsará mi arte y me dará años de infinita satisfacción en todos los sentidos.
Amada Madre Cibeles. Te pido por el gran amor que me tienes, que ésto se cumpla en el momento que tu decidas es mejor para mi. Y a cambio, te ofrezco mis sueños, mi sonrisa diaria y mi agradecimiento eterno y público. Gracias por tu enorme consideración, Dulce Magna Mater.
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