sábado, 6 de agosto de 2016

COMUNIÓN

Hincada como una virgen,
deseo calmar la ansiedad de tu entrepierna.
Redimiré tus pecados,
ganaré la entrada al paraíso,

llevándote conmigo al himeneo.
Sin anillos...
Solo el roce de mis labios, la caricia de mi lengua.
Tu divina miel.

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